Nuestra llegada a París marcaba la tercera ciudad por visitar en nuestro primer viaje a Europa y nos esperaban tres ajetreados días por la ciudad. Salimos desde el aeropuerto El Prat, en Barcelona, y aterrizamos en el aeropuerto Orly en París. Si llegas en avión, lo más seguro es que aterrices en el Aeropuerto Charles de Gaulle (a unos 25 kilómetros de París) o en el aeropuerto de París-Orly (a unos 13 kilómetros de la ciudad).
Apenas bajamos del avión nos dimos cuenta que de ahora en adelante comenzábamos a visitar países que no son de habla hispana. Esto añade nuevos retos al viaje, pero que igual estábamos dispuestos a enfrentar. Es común recibir la advertencia de que en París se hace algo difícil la comunicación, sobre todo si hablas en inglés, pero debo decir que no tuvimos ningún inconveniente.
Aterrizamos cerca de las 12 de la noche en el aeropuerto de París-Orly y decidimos utilizar la opción más económica para llegar a nuestro hotel. Se trata de tomar el tranvía T7 y hacer transbordo al metro para llegar a nuestro hotel (aproximadamente 4 euros por persona). Si me preguntas ahora, recomendaría utilizar el OrlyBus que a pesar de ser un poco más costoso (9,50 euros por persona) es más sencillo y directo. Esto lo menciono porque no es muy sencillo que digamos encontrar la estación del tranvía para salir del aeropuerto.
París es una ciudad que recibe millones de turistas al año y con infinidad de atracciones que conocer y visitar. Adicionalmente, se encuentran un tanto distantes las unas de las otras (al menos en comparación con las ciudades que habíamos visitado hasta el momento). Esto influye en el tiempo que toma no sólo ingresar a cada atracción pero también en el tiempo de traslado entre ellas. Lo menciono porque es importante que tomes esto en cuenta al momento de planificar tu itinerario y estadía. En nuestro caso estuvimos dos días y medio, lo cual es muy poco para recorrer y conocer incluso lo «básico» y nos quedamos con las ganas de conocer mucho más. Con base en nuestra experiencia, creo que como mínimo, París requiere de unos 4 días para conocerla con más calma.
¿Dónde hospedarse en París, Francia?
París fue una de las ciudades donde se nos complicó un poco más elegir el hotel. En primer lugar, por la gran variedad de zonas recomendadas pero también por las innumerables opciones por cada zona. Hay que tener cuidado y analizar detenidamente las ubicaciones y características del hotel antes de tomar la decisión final. En este caso fue muy importante seguir mi metodología de combinar rating en Booking (igual o mayor a 7) + ubicación + comentarios (te explico con mayor detalle en esta otra entrada al blog).
Con base en estos parámetros, el hotel seleccionado fue el Yooma Urban Lodge, en Grenelle, distrito XV de París. Lo más destacado: su ubicación a tan sólo un par de cuadras de la torre Eiffel. No es una zona comúnmente recomendada para hospedarse en París (según muchos blogs de viaje), por ser una zona principalmente residencial. A pesar de ello, lo escogimos porque no nos molesta un poco de tranquilidad y la magia de ver la torre Eiffel cada vez que salíamos del hotel, no tiene precio.

Es bastante aceptable en cuanto a relación precio-calidad, sin embargo, debo admitir que no fue mi hotel favorito en este viaje. Entre las razones por las que no me encantó puedo mencionar:
- Los colores de las habitaciones son muy vivos y fuertes;
- La limpieza y servicio no son los mejores;
- El tamaño de la habitación fue el más pequeño de todas (pero esto es bastante usual en Europa y principalmente en París).
Otros zonas recomendadas para alojarse en París son: Le Marais, Barrio Latino, Les Invalides, Campos Elíseos, Montparnasse y Montmartre. Cada una de ellas tiene sus características propias, que te invito a investigar y tomar la decisión con base en tus preferencias de viaje.
Itinerario y rutas para 3 días en París
Primer día en París
Como ya lo mencioné anteriormente, aterrizamos en París alrededor de la medianoche y llegamos al hotel entre 2 y 3 am. Ya estaba todo cerrado pero teníamos hambre por lo que pedimos delivery utilizando Uber Eats. Sin salir del hotel, ya nos dábamos cuenta de una de las principales características de París: no es una ciudad para nada económica.
Al día siguiente, comenzamos nuestro itinerario por París que comenzaba por las Catacumbas, hasta donde fuimos en el metro. Lamentablemente no habíamos comprado las entradas con anticipación al viaje, por lo que no pudimos entrar. Era una de las atracciones que más queríamos hacer, por lo que quedará para otra oportunidad.
Aprovechamos el tiempo y nuestro primer encuentro con París para desayunar en un café alrededor de la plaza (Square de l’Abbé-Migne). París es una ciudad con una gran cantidad de cafés hermosos y famosos que también teníamos que aprovechar.

Desde allí decidimos ir caminando hasta los Jardines de Luxemburgo, por la Av. Denfert Rochereau, lo que nos tomó unos 20 minutos aproximadamente. Los Jardines de Luxemburgo es un parque público del distrito VI de París y es uno de los más reconocidos y famosos de la ciudad, por su extensión (22 hectáreas) y ubicación.
Desde allí, seguimos caminando hasta el Panteón, ubicado en el Barrio Latino, en la montaña Santa Genoveva, subiendo por la Rue Soufflot. El Panteón de París es un monumento nacional erigido para rendir homenaje a los próceres de la patria. Es importante tener en cuenta que aquí no se encuentran los restos mortales de Napoleón Bonaparte, los cuales se encuentran en Les Invalides. Nosotros tomamos la decisión de no entrar al Panteón, por cuestiones de tiempo.
Desde allí, comenzamos a descender caminando y recorriendo las calles de París con dirección a la Catedral de Notre Dame. Desde el Panteón, Notre Dame se encuentra aproximadamente a 1 km de distancia, por lo que es buena opción llegar caminando. Lamentablemente, aún se encuentra en restauración por el incendio que sufrió a principios de 2019, por lo que no se puede ingresar. A pesar de ello, nos quedamos un rato en la plaza observándola, tomando fotos, tomando un café y disfrutando de los típicos y muy fotografiables paisajes parisinos.
La siguiente parada era visitar el santuario Sacré Cour en Montmartre, a una distancia aproximada de 5 kilómetros de Notre Dame, por lo que decidimos tomar el metro hasta allá.
Para ello caminamos desde Notre Dame hasta la estación del metro de Chatelet (línea 4). En el camino nos encontramos con el Ayuntamiento de París, un hermoso palacio que se terminó de construir en 1628 pero luego de un incendio que lo destruyó fue reconstruido entre 1874 y 1882.





Llegamos a Montmartre a la estación del metro de Barbès – Rochechouart desde la cual comenzamos a subir la colina para llegar a Sacré Cour. Subimos los 200 escalones por estar muy mal informados, ya que no sabíamos que existe un funicular que por 1.90 euros te sube hasta la cima. Lo hubiésemos tomado sin dudarlo ni un segundo. Igual fue una linda experiencia que además de servirnos para hacer algo de ejercicio, nos permitió irnos deteniendo y apreciar cada tanto las vistas panorámicas de París, desde diferentes alturas.
Al llegar a la cima, y luego de apreciar las vistas de París que te dejan sin aliento, por supuesto entramos al Basílica de Sacré Cour. La entrada es gratis y es un templo neobizantino hermoso con un domo central simplemente espectacular. Vale totalmente la pena entrar y si deseas subir a la cúpula o visitar la cripta, tiene un costo adicional.
Al salir, recorrimos con calma el barrio de Montmartre mientras bajamos por la Rue Cortot. Montmartre es definitivamente uno de los barrios más fotografiables de París, por lo que no nos quisimos perder dos de los puntos más conocidos e instagrameables del barrio: la maison rose y el muro de los «te amo» (Mur des Je t’aime).
Seguimos bajando hasta el Boulervard de Clichy, famoso por su historia y por haber sido hogar de muchos artistas, entre ellos Pablo Picasso. Caminando por este boulevard también encontraras el famoso cabaret parisino: Moulin Rouge. Lo vimos de día, por lo que nos perdimos un poco la magia de las luces y la noche. Cuando viajas por tan pocos días a veces toca ajustar el itinerario a lo que más convenga.
Aprovechamos de parar un poco para comer una creppe en el boulevard y descansar un poco antes de seguir.
Desde allí tomamos el metro y llegamos a nuestro próximo destino: La avenida de los campos elíseo, una de las principales avenidas de París. Inicia en la Plaza La Concordia (al finalizar el Jardín de la Tullerías, muy cerca de Museo del Louvre) y termina en la Plaza Charles de Gaulle, sobre la que se encuentra el Arco del Triunfo. Es uno de los monumentos más famosos de París y del mundo y debo decir que es impresionante y majestuoso. Vale la pena verlo tanto de día como de noche por su iluminación.






Lamentablemente en esta ocasión no podíamos quedarnos hasta el anochecer porque teníamos entradas para la torre Eiffel a las 6:00 de la tarde. Escogimos este horario para disfrutar desde allí el atardecer sobre París. Antes de llegar, pasamos primero por los Jardines del Trocadero (al otro lado del río Sena). Desde allí se tiene una vista privilegiada de la torre y se puede tomar hermosas fotos. Luego, cruzando el Pont d’léna, finalmente estuvimos a los pies de la Torre Eiffel. Es considerado el monumento más visitado del mundo por más de 7 millones de turistas al año. El sitio oficial para comprar los tickets para la Torre Eiffel es: https://www.toureiffel.paris/es
A pesar de haber comprado los tickets con anticipación, nos tocó hacer algo de fila para subir ya que este horario es uno de los más solicitados por turistas, aunque la fila mas larga nos tocó para subir del segundo piso hasta la cumbre de la torre, a unos 275 metros de la base. Para cuando llegamos allí ya era de noche, por lo que pudimos apreciar dos vistas totalmente distintas de París: al atardecer y de noche.
Arriba hace muchísimo viento, por lo que si viajas en una época como otoño y primavera sugiero que lleves contigo algo de abrigo extra, por si lo llegas a necesitar allí arriba.
Al descender de la torre, paseamos por los jardines dela torre y el Campo de Marte (Champ-de-Mars) para apreciar la iluminación nocturna de la torre. Cada hora y por 5 minutos, la torre comienza a destellar dando la impresión de que está adornada por miles de diamantes. Un espectáculo que vale la pena esperar y ver a la distancia.




Después de este gran cierre de día, no podíamos más que ir a comer y descansar. Fue un atareado y ambicioso primer día en París. Nosotros tuvimos que hacerlo así por cuestión de tiempo, pero recomiendo dividir este itinerario del primer día en dos si es posible.
Segundo día en París
Fue difícil iniciar nuestro segundo día en París, luego del agotador primer día ya que el cuerpo resintió todos y cada uno de los kilómetros caminados. Pero como pudimos nos levantamos ya que le tocaba el turno al Palacio de Versalles y el Museo del Louvre.
Teníamos entradas para el Palacio de Versalles para las 10:00 de la mañana y debes tomar en cuenta el tiempo de traslado ya que queda en las afueras de París, a unos 30 minutos en tren. Existen diversas formas para llegar a Versalles como autobuses, tren, el Versailles Express, entre otras.
En esta ocasión, decidimos tomar el tren RER, línea C, que nos dejó en la estación Versailles Chateau Rive Gauche, a unas cuantas cuadras del palacio. El boleto tiene un costo aproximado de 8 euros por persona (ida y vuelta).
El Palacio de Versalles se encuentra en el municipio de Versalles y fue el palacio de residencia real hasta 1789. Actualmente es sede del Museo de la Historia de Francia y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979. La estancia o dominios reales está conformada por el palacio principal I otros dos palacios: el Gran Trianón y el Pequeño Trianón, así como sus famosos jardines que cubren aproximadamente 800 hectáreas.
Existen diferentes opciones de entradas entre las que puedes elegir: acceso a los tres palacios, entrada que incluye un tren para el regreso desde los dominios del Trianón, otra incluye paseo en bicicleta por los jardines, une incluye paseo en bote y por supuesto las entradas que incluyen visitas guiadas. El acceso a los jardines es gratuito y si deseas puedes descargar la aplicación oficial a tu teléfono celular desde donde podrás tener acceso a la audioguía. El sitio web oficial desde donde puedes adquirir las entradas y tener más información es: https://es.chateauversailles.fr/
Como podrás observar, es un monumento con un largo recorrido para el que debes ir preparado para caminar y reservar por lo mínimo tres horas, aunque haciendo el recorrido con calma te podría tomar más de cinco horas. Puedes tomarte la mitad de día para este recorrido o el día completo, todo va a depender de tu itinerario total de viaje.




En nuestro caso, decidimos hacer el recorrido en menos de mediodía y en la tarde teníamos entradas para las 4:00 pm en el Museo del Louvre. Importantísimo tener en cuenta que el museo es super estricto con los horarios de acceso y de no cumplirlos te pueden llegar a pedir que compres nuevas entradas (te lo digo por experiencia propia) y las salas comienzan a ser desalojadas 30 minutos antes del cierre del museo. El sitio web oficial del museo, donde puedes adquirir tus entradas es: https://www.louvre.fr/es
El Museo del Louvre es el museo nacional de Francia, funcionó como palacio real hasta 1682 y en el que se encuentran grandes piezas de arte como La Gioconda (Mona Lisa), la Venus de Milo, la Victoria alada de Samotracia, la consagración de Napoleón Bonaparte, momias egipcias, entre otros. Tienen un área aproximada de 210 mil metros cuadrados y se estima que para recorrer el museo con calma y en su totalidad se necesitaría de días. Dependiendo de tus intereses recomendaría destinar al menos 2 o 3 horas para un recorrido rápido por sus principales obras o si quieres conocer más del museo o un recorrido más extenso puedes tomar desde 4 horas hasta un día completo.









Al salir del museo, decidimos caminar por el Jardín de las Tullerías, la Plaza la Concordia y recorrer de noche la avenida de los Campos Elíseos para cenar por la zona antes de ir al hotel. Este día, a pesar de haber seleccionado sólo dos museos, fue un día agotador porque necesitas caminar muchísimo para recorrerlos. Recomiendo tomárselo con calma.
Tercer día en París
En nuestro tercer día en París, sólo contábamos con mediodía, porque nuestro tren a Bruselas partía a las 12:30 del mediodía, por lo que estas horas de la mañana las tomamos para recorrer los alrededores del hotel y caminar a orillas del Sena donde nos sorprendió encontrar un réplica de la Estatua de la Libertad de Nueva York, a tan sólo unas cuantas cuadras del hotel.
La Estatua de la Libertad, símbolo icónico de la ciudad de New York, fue un regalo de Francia y el pueblo francés a Estados Unidos por la conmemoración de los cien años de su independencia, pero puedes encontrar múltiples réplicas en el mundo y entre ellas se encuentra esta en París, en la Isla de los Cisnes a la altura del Pont de Grenelle y tiene 11,50 metros de altura.
¿Dónde comer en París?
Visitar París es una experiencia mágica en todos los sentidos y la experiencia gastronómica no se queda fuera de esto. La cocina francesa es muy famosa por su variedad, sabores y técnicas, pero en París no sólo tendrás la oportunidad de probar auténtica comida francesa sino que también encuentras una gran variedad de comida internacional para elegir y disfrutar. Nuestra visita a París fue tan corta y ajetreada que lamentablemente no tuvimos oportunidad de planificar adecuadamente nuestros momentos para comer y algunas elecciones no fueron nuestras preferidas. Sugiero que, si tu itinerario y presupuesto te lo permiten, te tomes tu tiempo para hacer también un poco de turismo gastronómico.
Otro punto importante que debes tomar en cuenta es que, como ya lo mencioné antes, París recibe millones de personas al año, por lo que hay muchos lugares atrapa turistas donde definitivamente no vas obtener platos de calidad y su precio tampoco será el mejor. Ten especial atención a esto en áreas muy turísticas como: Montmartre, Champs-Élysées, los alrededores de la Torre Eiffel, Barrio Latino, entre otros.
Dicho esto, nuestra principal recomendación fue un restaurant italiano llamado Chez Pippo en los alrededores de la torre Eiffel. Comida deliciosa, fresca y excelente atención.
El día que fuimos al Palacio de Versalles comimos en Angelina, una especie de café y pastelería dentro del palacio. Nos calmó el hambre pero honestamente nada para recomendar. Es preferible culminar el recorrido y comer afuera, en Versalles, donde si hay varios lugares recomendados.
Otro lugar dónde nos tocó comer fue en Champs-Élysées. Optamos por el café-restaurant George V y la experiencia fue similar a la anterior, seguramente hay mejores opciones.
Para recomendaciones sobre dónde comer en París recomiendo leer uno de mis blogs favoritos: conalmadeviaje.com y su guía con restaurantes por barrio.
Transporte público en París
La red de transporte público de París está conformada por metro, autobuses, trenes (RER) y tranvías y son muy convenientes para moverte por la ciudad, ya que el boleto sencillo de 1,90 euros (llamado Ticket t+) puede ser utilizado en toda la red, durante 90 minutos. También se puede comprar un abono de 10 tickets por 14,90 euros.
Metro
El metro te permite movilizarte por toda la ciudad ya que cuenta con 16 líneas y 303 estaciones. Es sencillo movilizarte en él y si sigues las instrucciones de Google Maps, no tendrás ningún tipo de problema.
Autobuses
Los autobuses también son una gran opción que además te permiten ir viendo la ciudad mientras vas de un lugar a otro, pero su desventaja es que el tráfico puede llegar a demorarte. En cada parada hay un detalle de la ruta que sigue cada autobús.
Trenes (RER)
Los trenes RER son ideales para hacer viajes de mayor distancia como al aeropuerto, el palacio de Versalles o Disneyland. La mayoría de las estaciones se conectan con las estaciones del Metro y debes estar atento a la distancia que va a cubrir tu viaje, ya que si es más allá que la zona 1 tienes que comprar un boleto distinto al Ticket t+.
Otros lugares para visitar en París
Tu itinerario en cualquier viaje va a depender de tus gustos, tiempo y presupuesto. En París hay una innumerable cantidad de experiencias, actividades y lugares por conocer. En este post he descrito lo que nosotros decidimos hacer en nuestro viaje, pero en esta sección me gustaría dejarte un listado de imprescindibles en París:
- Hacer un crucero por el Sena;
- Hacer un free walking tour;
- Recorrer la Opera Garnier;
- Visitar la tumba de Napoleón en Les Invalides;
- Visitar el estadio Parc des Princes (Parque de los Príncipes), sede del París Saint-Germain Fútbol Club (PSG);
- Conocer Sainte Chapelle;
- Pasar un día en Disneyland;
- Entrar a la librería Shakespeare & Co.;
- Hacer un recorrido de compras por Galerías Lafayette;
- Comprar macarons en Laduree.
Si llegaste hasta aquí, muchísimas gracias. Déjame tus comentarios y dudas, que será un placer interactuar contigo. Si te ha gustado el contenido, no olvides revisar otras entradas del blog.
Hasta el próximo destino…